Salió Jesús de la región de Tiro, pasó por Sidón y se dirigió al lago de Galilea atravesando los montes de Decápolis. Le llevaron un hombre sordo y tartamudo y le suplicaron que pusiera las manos sobre él. Lo tomó, lo apartó de la gente y, a solas, le metió los dedos en los oídos; después le tocó la lengua con saliva; levantó la vista al cielo, suspiró, y le dijo: -Effetá- que significa ábrete. (Al momento) se le abrieron los oídos, se le soltó el impedimento de la lengua y hablaba normalmente. Les mandó que no le dijeran a nadie; pero, cuanto ms insistía, mas lo pregonaban. Estaban llenos de admiración y comentaban: Todo lo ha hecho bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Al evangelio de hoy le tengo un cariño especial. Yo ya venía haciendo trabajo pastoral desde los 90s pero entre finales del milenio pasado y el año 2000 comenzó a rondarme la inquietud de evangelizar a través de la música (con mayor fuerza e insistencia).
Recuerdo que estaba con un amigo que se llama Yashi (es nombre en japonés por si acaso) y le comenté mi inquietud y lo que quería hacer; (la verdad es que no solo le comenté… le dije que me acompañara con la guitarra en este sueño).
Días después al final de una reunión de pastoral nos juntamos para ir a su casa y en ese instante se acerca a nosotros un chiquillo que recién estaba entrando como catequista y nos pregunta - ¿Qué van a hacer?- le comenté muy brevemente la idea y bromeando le dije si quería estar en el proyecto (literalmente yo estaba bromeando nada mas) pero he aquí que este jovencito se emocionó y dijo SI!!!!!! Yo quiero!!!!
Como decirle ahora que era una pequeña bromita. Al final nos acompañó a la casa de mi amigo, estuvimos tocando un poco y después de hacer una oración final estuvimos buscando un nombre para este asunto.
Después de una lluvia de ideas nos topamos con la lectura del evangelio de hoy y nos quedamos con la palabra que pronuncia Jesús cuando cura al sordo tartamudo “EFFETA”(Ábrete). Queríamos que la música ayudara aunque sea un poquito a abrir los corazones para escuchar a Dios. Han pasado casi 10 años de ese día.
Empezamos tocando los 3 guitarra. Con el tiempo casi obligamos al chiquillo que entró de casualidad a que aprendiera a tocar el teclado. Luego de unos años Yashi dio un paso al costado en el servicio musical (pero igualmente sirve al Señor en otro frente) y me quedé tocando en dúo…. con mi buen amigo y tecladista Daygoro......hasta el dia de hoy
Cuantas experiencias vividas en este camino. Dios siempre dispone las cosas para nuestro bien. En este sencillo blog quiero agradecer a todas las personas que han marcado y marcan mi vida con su cariño, amistad, testimonio, oraciones, enseñanzas y sus inagotables esfuerzos por llevar la buena nueva a pesar de todo.
Al P. Julio Vallejo (que en paz descanse), a la H. Juana, al P. Angelo C., P. Roberto P., Sister Cecilia, P. José L., Yashi, Daygoro, Alex, a mis hermanos de comunidad, mis amigos músicos católicos y todas las personas que saben que están en mi corazón. Ustedes me dan ánimos para seguir.
Padre Julio Vallejo Hayashida (el de la derecha)
